Decálogo para el éxito de un proyecto IoT

Las nuevas tecnologías, como el Internet de las Cosas (IoT), Inteligencia Artificial, Big Data y Blockchain están transformando el mundo en que vivimos. Todo se está volviendo inteligente: las casas, las empresas, las escuelas, las ciudades. En este nuevo entorno, nadie quiere perder de vista cómo mejorar la competitividad de su negocio invirtiendo en tecnología IoT. Infografía Decálogo IoT Libelium Pero los proyectos que incluyen esta tecnología requieren una gran planificación y no siempre alcanzan el éxito debido a los problemas que pueden surgir durante su implantación. La dilatación de los plazos, la escasa calidad o utilidad de los datos recogidos, la falta de experiencia interna en las empresas, las complicaciones en la integración o las limitaciones presupuestarias son algunas de las barreras más frecuentes. Queremos presentar este decálogo de consejos basados en Los doce años de experiencia de Libelium. Pero esto es sólo el principio de un proyecto en el que esperamos contar con la colaboración de los actores clave del mercado del IoT.

Decálogo de IoT para desarrollar Proyectos IoT de éxito:

1. El IoT mola pero tiene que ser rentable

Es importante fijar un objetivo que persigue un claro retorno de la inversión, ya sea en términos de ahorro de costes o de mejora de la productividad. Básicamente, el ROI más rentable es el que acelera la innovación en la empresa, reduce el tiempo de comercialización de los productos en el mercado o que reduce el coste de suministro y desarrollo.

2. La prioridad debe ser generar valor para el cliente y para el usuario final

Para ello, es conveniente definir el proyecto centrándose en el usuario final de los datosla persona que tomará las decisiones en función de ello, y alinear las expectativas tener al usuario en el centro del proyecto.

3. Actuar a corto plazo sin perder de vista el horizonte temporal

En la primera fase del proyecto, es prioritario definir objetivos y éxitos básicos, pero también es interesante prever con el cliente funcionalidades adicionales. Para ello, es necesario mantener una actitud flexible durante todas las fases del proyecto, añadiendo nuevos objetivos y aplicaciones durante el proceso. En resumen, no perder de vista la perspectiva global del proyecto en cualquiera de sus fases.

4. Pensar en pequeño para lograr una gran transformación

En cualquier empresa de cualquier sector productivo, incluso los procesos más sencillos pueden automatizarse y generar valor a partir de los datos que aportan a la cadena de productos. Por eso, los proyectos y las ideas no tienen por qué empezar en el comité de dirección de la empresa, sino que pueden ir hacia arriba. De este modo, se pueden priorizar las ganancias a corto plazo sin perder de vista el objetivo de la transformación digital completaque es un resultado a largo plazo.

5. Identificar los datos útiles

No instale sensores en todas partes si no sabe qué hacer después con los datos. Es necesario pensar en el valor añadido que aportarán estos datos, integración con otras fuentes de datos existentes y posterior análisis para la toma de decisiones. En conclusión, los datos tienen que ser capaces de predecir y prevenir o actuar en consecuencia, pero no confirmar los prejuicios.

6. Los datos como nueva fuente de ingresos

Incluso podemos pensar en los datos como nueva fuente de beneficios para las empresas, como la explotación del comportamiento de los consumidores en el caso de los automóviles o los electrodomésticos conectados para generar nuevos servicios para el cliente.

7. Planificar los proyectos de forma realista

Nada sale bien en la primera fase sin una planificación previa, hay que establecer diferentes fases y contemplar todas las dificultades que puedan surgir en cada etapa: instalación, mantenimiento, transmisión de datos, desarrollo de aplicaciones, etc. Por eso es muy útil probar la tecnología a pequeña escala antes y descubrir las dificultades que pueden surgir después.

8. El tiempo y el dinero son enemigos a vigilar: mayor transparencia de precios

Hay que tener en cuenta las limitaciones de tiempo y presupuesto para cualquier proyecto dando prioridad a las aplicaciones IoT que crean valor. Es mejor planificar evoluciones rápidas que permitan revisarlas continuamente. Esto permite introducir mejoras en cada fase de revisión en lugar de esperar a un gran despliegue sin haber probado antes la tecnología. Además, es importante exigir una mayor transparencia de precios para definir con precisión cuál será el importe de la inversión a medio plazo. Para ello las plataformas en nube deben modelar sus tarifas para tener una idea clara de los costes de sus servicios.

9. La importancia de rodearse de especialistas

Establecer una red de socios y compartir conocimientos con todos los participantes en el proyecto para lograr un resultado satisfactorio. Conviene evitar a los gurús del IoT que lo saben todo. Es mejor buscar verdaderos expertos en cada parte de la cadena de valor, desde los dispositivos de hardware hasta la inteligencia de datos. Para ello se necesitan ingenieros con conocimientos específicos, aunque ello suponga redefinir la mano de obra y los puestos de trabajo. Para conseguirlo, hay que apostar por formación continua dentro de las organizaciones para contar con verdaderos profesionales en arquitectura de soluciones IoT. Deben estar al día de la tecnología que ofrece el mercado, de las diferentes soluciones hardware y software, protocolos, plataformas y saber aportar a los proyectos el valor necesario para decidir cuáles son las más adecuadas en cada caso.

10. Buscar una tecnología escalable y segura que no limite futuras integraciones

Apuesta por tecnología de código abierto por su flexibilidad, seguridad, perspectiva de futuro, riqueza del ecosistema y costes más favorables. Por supuesto, identificar las tecnologías y plataformas IoT más adecuadas para el proyecto. Para ello, es importante responder a preguntas como qué se quiere hacer con los dispositivos o cómo y dónde se quieren almacenar los datos y procesar la información, entre otras cuestiones.

10+1. Innovar o morir

En todas las organizaciones hay personas proactivas y ágiles que disfrutan con los cambios y gruñones que viven aferrados al pasado. Es importante estar preparado para luchar contra los que se resisten al cambio. Siempre ayuda establecer una cultura de aprendizaje continuo y flexibilidad para adaptarse al cambio en la organización. Quienes aprovechan los cambios y las oportunidades se vuelven más productivos y eficientes y añaden valor a la empresa.  
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